Rector Ignacio Sánchez: “Chile necesita más que nunca nuestra capacidad de diálogo y de encuentro”

 

El Rector UC subraya que los desafíos del país son colectivos y deben ser enfrentados de manera colaborativa, reconociendo tanto los avances como los fracasos del pasado.

 
 

Nos encontramos en un momento desafiante para nuestro país. Desde la iniciativa Tenemos que Hablar de Chile, hemos observado con claridad cómo la conversación en nuestra sociedad se ha transformado. En lugar de mirar hacia adelante con esperanza, las discusiones se han vuelto cortoplacistas, pesimistas y, muchas veces, centradas en un solo tema. Vivimos una crisis de proyección: hemos dejado de imaginarnos un futuro positivo y esperanzador. Este es, sin duda, un problema complejo, uno que nos desafía profundamente.

Es evidente que necesitamos reconocer el impacto del pasado y del presente, con sus avances y sus fracasos. Es necesario mirar atrás para comprender cómo llegamos aquí y, al mismo tiempo, mirar al presente con responsabilidad, preguntándonos si estamos construyendo el futuro que queremos para quienes vienen después de nosotros.

Lo que nos pasó y lo que nos va a pasar no son temas individuales, tienen una naturaleza colectiva que no podemos ignorar. Esta crisis, como todas, debe tener una respuesta compartida; no podemos enfrentar los desafíos de nuestro país desde la soledad. Los problemas comunes exigen soluciones colaborativas. Es en los momentos difíciles, cuando los desafíos parecen abrumadores, que debemos apoyarnos unos a otros, unir fuerzas y trabajar juntos.

En esta situación, debemos tener la valentía de hacer las preguntas adecuadas, aun cuando no tengamos respuestas seguras. Plantear las preguntas correctas nos permite encauzar esta etapa que vivimos. Nos permite reflexionar y también cuestionarnos, porque el cambio comienza cuando reconocemos que no tenemos todas las respuestas y que estamos dispuestos a buscar soluciones con humildad y con apertura.

Desde esta perspectiva, las universidades en Chile tienen un rol fundamental. Como instituciones dedicadas a la formación y el pensamiento crítico, tenemos una vocación pública que cumplir. Creemos que tenemos el deber de crear espacios donde se puedan plantear estas preguntas difíciles, de invitar al diálogo y, en definitiva, de "poner la mesa" para que todas las voces puedan ser escuchadas. Esa fue la visión original detrás de “Tenemos que Hablar de Chile”, un espacio que cinco años después sigue siendo relevante y necesario para la sociedad.

Hoy, desde la Universidad Católica hacemos un llamado a la acción, pero no una acción ciega o impulsiva. Queremos invitar a la sociedad a unirse en torno a una pregunta clave, una que nos impulse a colaborar y a construir juntos: ¿Qué podemos lograr juntos para construir un mejor país? Esta pregunta, aunque sencilla, encierra una profundidad que nos obliga a repensar el país que queremos.

Y en esta invitación, queremos convocar a los actores clave de nuestra sociedad. Hoy no buscamos necesariamente ponernos de acuerdo en todo ni homologarnos. Lo que queremos es algo mucho más básico y esencial: queremos que miremos a nuestro alrededor y veamos que están aquí, junto a nosotros, las autoridades, los empresarios, los sindicatos, los académicos y todos los actores del debate público, dispuestos a compartir este espacio. No buscamos uniformidad, sino diversidad en el diálogo; no buscamos una sola verdad, sino la construcción conjunta de caminos.

Queremos que en este espacio también esté presente la sabiduría popular, que tiene tanto que enseñarnos y que tantas veces ha sido ignorada. Queremos escuchar, aprender y construir desde la base. Chile necesita una ruta común, una ruta que pueda ser construida a partir de la riqueza de nuestras diferencias y de nuestras múltiples perspectivas.

En este momento histórico, Chile necesita más que nunca nuestra capacidad de diálogo y de encuentro. Como Universidad Católica, seguiremos comprometidos con este esfuerzo, poniendo a disposición nuestros recursos y nuestra experiencia para ayudar a construir el país que todos soñamos. Porque creemos en un futuro mejor, y porque sabemos que la esperanza se construye entre todos.

Los invito a sumarse, a participar y a ser parte activa de este proceso. Porque juntos, podemos construir un Chile que sea más justo, más seguro, más inclusivo y esperanzador para todos y todas.

Muchas gracias.

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